sábado, 12 de diciembre de 2009

Para quererte mucho, Varón

Y la lluvia cruzando el Puente de la Mujer. Y la lluvia en el barcito de juegos en Devoto. Y la lluvia hoy.
Me permití contestarle y afanarle algunas frases de vez en cuando, como intertextualidad, vio?

Recorrimos Buenos Aires, tomamos jugo, nos reímos hasta doler la panza.
No sé por qué, pero le confesé mis verdades. Le abrí el alma. Y no opuso resistencia, aunque en algún punto le doliese.
Quizá fuese por su pasión por la vida, por su simpleza, por sus complejidades o su mente hiperramificada, que converge siempre en ese punto. Tiene un carisma crudo, suave, que lo hace ser admirado, acompañado y solitario.

Escucha con pasión, vive todas las historias, observa con atención, admira los detalles, los momentos y las sensaciones. Hablamos de locura, de amor y de muerte. De hijos y de viajes. De trabajo y de canciones. Lo ví soñar, lo ví cantar, lo ví despeinarse en Colonia. Lo ví observarme como nadie, lo ví desnudarme con la mirada.

Se autoinvitó a mi viaje, me dedicó las palabras que toda mujer sueña toda su vida que le digan, me dedicó tardes y quiso dedicarme noches.

Me acompañó, me recordó para qué estamos acá. Me gritó que me quería desde su escritorio en el trabajo, me vio lejana y me imaginó cercana. Alguna vez me apuró, también.

Me hizo llorar a la mañana, me hizo sonrojar y me hizo feliz.

Siempre me pregunté por qué, me cuesta entenderlo. Un día pensé que su sensibilidad tenía algún punto femenino en el cual su error es el mismo que el nuestro: no sabe elegir. Entonces, de alguna manera, elige caminar solo. Seguir escribiendo sus utopías y viviendo sueños propios y ajenos, imaginando historias, regalando lecciones y reflexiones. “La vida es como un jean” me dijo, en un arranque de sabiduría una de mis amigas, en una charla que lo tenía de coprotagonista. “Bien de piernas, mal de caderas. ¡Carajo! Nunca nada es completo”.

Lo quise ayudar, hasta que me dí cuenta que mis consejos eran inútiles. Iba a escuchar lo que quería. Su felicidad viaja por otro lado. Es un admirador de la belleza. Hay algo más que lo completa, y eso es algo que tengo que entender yo.

2 comentarios:

  1. "Es un admirador de la belleza. Hay algo más que lo completa, y eso es algo que tengo que entender yo."

    Mucha profundidad. Por fin conozco a ese varón, amigo de toda la vida.
    Excelente relato.

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