domingo, 2 de agosto de 2009

El flaco

Al flaco le encantaba rescatar los tesoros desperdiciados por la burguesía en las pilas de basura. Soñaba con que esos superficiales, ignorantes, cochinos, maleducados burgueses sumidos en Babylon abrieran la cabeza y dejaran de hacer oler a mierda a Buenos Aires.

Creo que primero me enamoré de su ácido, inocente, oscuro, irónico, genial sentido del humor.
El flaco se conmovía
hasta el fondo de su alma con una mirada. Y podía permanecer inmutable ante la confesión más dolorosa. Perdía la razón cuando sonaba Bob Marley o Morrison.
Vivía en otra dimensión, universo, tiempo y hasta casi espacio. Veía, sentía, olía, interpretaba y hacía diferente al resto. Me costó años descifrar una mínima parte de ese universo.
Era un desinteresado de su propio beneficio. Era casi un alien.
El flaco era un artista, hasta en su forma de amar. Llevaba una enciclopedia adentro con respuestas a todo.
Tenía una enorme vocación de acompañamiento al desposeído- por opción o por naturaleza. Tenía tambiénun orgullo relativo, un corazón enorme, un talento admirable y un carácter que le daba miedo hasta a él.
Cocinaba como los dioses. Irradiaba pasión en cada una de sus acciones. Desplegaba todos sus no confesados sentimientos y frustraciones en sus creaciones manuales o imaginarias.
No tenía una vida fácil, pero nunca lo iba a admitir. Prefería disfrutar de todas esas pequeñas cosas que el resto no veía, y así ser feliz.
Me enseñó a disfrutar, a vivir, a sentir. A caerme por un precipicio y despertarme con su mirada clavada. Porque el flaco no dormía, observaba.
Crecimos, nos amamos y nos lastimamos. Nos vimos desvanecer, hasta desaparecer.

No sé porqué, pero jamás lo volví a ver. Sin embargo, aún lo imagino, con sus alpargatas y su bicicleta, con sus rulos y su voz de locutor, con su sonrisa linda infinita, andando las rutas argentinas, sirviendo un café, dibujando un sol en un día nublado, patinando y tocando la botellita de fanta con el hippie del subte. Porque el flaco era así, un pasajero en trance.

5 comentarios:

  1. Excelente. Descripción, metáforas, primera persona... sin dudas, un escrito que sale del corazón.

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  2. "Crecimos, nos amamos y nos lastimamos. Nos vimos desvanecer, hasta desaparecer"...me voy a permitir apropiarme de esa frase.
    Realmente un escrito muy sentido, que habla primero de tu capacidad de conexión con vos misma y con el otro, segundo de una relación intensa. Dos cosas tan difíciles en los "tiempos posmodernos", tiempos de explosión del individualismo y de relaciones especulares, imaginarias, virtuales, vacías, desconectadas.
    Besos Lei! y seguí escribiendo!
    Sofi.-

    Ah, y no pude evitar sentirme identificada...

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  3. HOLA LEI! sabés qué? Al Flaco lo conozco como "si lo hubiera parido". Te digo más, lo veo en su infancia como un diablillo de peluchito rubio, casi blanco y pura sonrisa... y de adolescente tal cual lo describís, en su piragua por el río, llegando al Club (ese club de burgueses) pero viviendo más allá de la ostentación para mostrar y disfrutando solo de los placeres que da natura. También despistado un poco en la Gran Capital, pero siempre haciendo “la suya”, la muy suya tan particular...
    Sin embargo tengo malas noticias: ¡el Flaco se ha perdido! Parece que lo agarró una especie de tsunami rioplatense (dicen que hubo una feroz inundación por los pagos de él, en diciembre pasado) y se desbarrancó, la correntada lo sacó de cauce, lo mandó a la orilla opuesta, lo revolcó en la hojarasca y cuando hizo pié y pudo salir... salio a la City Porteña! Trabaja en un lugar recoleto de la Recoleta, curte Nike en vez de alpargatas y tiene Visa Gold ¡Podés creer Lei! Ahora tiene la cafetera spress más sofisticada, lavarropa inteligente y toma Jack Daniel’s en vez del “ferné con coca”. Pero viste, dicen que el hábito no hace al monje, y a él ese hábito le queda chico, lo ha estructurado (al él, tan luego, tan desarmado!). Tal vez alguna mañanita, si te dieras una vuelta por el Botánico y te lo encontrás de repente, le podes tirar un salvavidas, y quien te dice, por ahí repecha contra la corriente (como hacía antes) y se vuelve a reencontrar con él mismo... Suerte. MADONA

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  4. CIAO LEI, sai cara amica, la cronaca di EL FLACO è vero, ma mi preoccupa non intendevo. Se dà fastidio perdonme... Forse L è un caso disperato, forse L non può più andare, L non può tornare.
    Pazienza va un lungo cammino... tempo mette tutto in ordine. Mi scusi se ho sconvolto. MADONA

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