sábado, 22 de agosto de 2009

Berlin 4 am


Las jam sessions habian muerto, al menos para nosotras, pero aún quedaba un largo camino por recorrer y un chancho del cual escapar.


Éramos las dueñas momentáneas del túnel del subte. Había que disfrutarlo, o sobrevivirlo.

En eso primero sonó una armónica. Recuerdo que cruzamos nuestras ausentes pero presentes miradas entendiendo que en ese momento tan sólo existía ese sonido entre todos.


Creo que lo que presenciamos fue uno de los mejores recitales de nuestras vidas. No sólo se sumaron instrumentos improvisados, sino también voces, aplausos, miradas y declaraciones dando color y vida a Babel.


Sumida en esa vorágine de éxtasis compartido, entre las vibras del tren, del sonido, del calor de Berlín hibernal sonaron las palabras en mis oídos… “ a veces uno puede odiar tanto a la humanidad… pero puede llegar a ser tan hermosa…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario